Motivaciones del Eneatipo 7
En la base de nuestro comportamiento está el instinto de supervivencia, de adaptación al medio y la huida del dolor.
Al principio de nuestra vida, percibimos el primer disconfort entre nosotros y nuestro entorno, apareciendo lo que se conoce como "herida" de la personalidad, es decir, aquella circunstancia que ocurrió al comienzo de nuestra infancia, que quedó marcada y que modeló nuestra personalidad. Cada herida tiene una consecuencia y es el origen de la motivación de cada individuo para buscar un
patrón de conducta
que le sirva para subsanar el mensaje que le dejó esta impronta.
La herida del eneatipo 7 es la sensación de de vacío e insatisfacción consigo mismo, teniendo la necesidad de buscar el placer fuera. La consecuencia es que interiorizó que no estaba bien estar contento y encontrar satisfacción en todo lo que hacía por lo que desarrolló su deseo básico: ser feliz. En consecuencia su miedo básico es estar desvalido y quedar atrapado en el dolor y la tristeza.
Descripción del Eneatipo 7
El eneatipo 7, es conocido como el entusiasta, pero también tiene otros adjetivos como
el generalista, el multitarea, el niño prodigio, el entendido o el estimulador.
Es productivo y agitado. Los individuos del eneatipo 7 son versátiles, optimistas y espontáneos; juguetones, animosos y prácticos, pero también podrían abarcar demasiado y ser desorganizados e indisciplinados.
Constantemente buscan experiencias nuevas y estimulantes, pero la actividad continuada los aturde y agota. Por lo general tienen problemas de superficialidad e impulsividad.
En su mejor aspecto, los Eneatipos 7 sanos centran sus dotes en objetivos concretos siendo alegres, muy capacitados y muy agradecidos.